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High blood pressure (Spanish version)

Modified on Sat, Feb 18, 2023 at 1:50 AM

La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es una condición caracterizada por un aumento de la presión arteria. Es una condición común que afecta a millones de personas en todo el mundo y es un factor de riesgo importante para una variedad de enfermedades cardiovasculares como ataque cardíaco, derrame cerebral y enfermedad renal.


La causa exacta de la presión arterial alta es desconocida, pero a menudo se asocia con una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Algunos de los factores de riesgo para el desarrollo de hipertensión son los siguientes:

Hipertensión en la familia

Obesidad o sobrepeso

Actividad física insuficiente

Consumo excesivo de sal

El consumo excesivo de alcohol

fumar

El estrés a largo plazo

Age

Los síntomas:

La hipertensión es a menudo referida como un "asesino silencioso" porque puede pasar desapercibida durante años porque muchas personas no tienen síntomas. Sin embargo, algunas personas con presión arterial alta pueden experimentar los siguientes síntomas:

Dolores de cabeza

cansancio

discrepancia

Pecho Ache

Dificultades respiratorias

Problemas de visión

Trabajo: Un esfigmomanómetro se utiliza típicamente para medir los niveles de presión arterial durante un trabajo de hipertensión. La presión arterial se mide utilizando dos números: la presión sistólica (el número superior) y la presión diastólica ( el número inferior). (bottom number). La hipertensión es definida por la American Heart Association como cifras de presión arterial de 130/80 mm Hg o más.


Además de medir la presión arterial, los médicos pueden realizar pruebas adicionales para determinar el grado de daño relacionado con la hipertensión, como:

Se realizan exámenes de sangre para evaluar la función renal, los niveles de colesterol y el nivel de azúcar en la sangre.

Electrocardiograma (ECG) para evaluar la actividad eléctrica del corazón

Un ecocardiograma se utiliza para evaluar la estructura y la función del corazón.

Exámenes de orina para detectar proteínas u otros indicadores de daño renal

El tratamiento:

La gravedad de la condición y la presencia de cualquier condición médica subyacente influyen en el tratamiento de la hipertensión. El tratamiento puede incluir cambios en la dieta, medicamentos o una combinación de los dos. Las opciones de tratamiento incluyen lo siguiente:

La reducción de la ingesta de sal, la actividad física regular, la pérdida de peso, dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol y la gestión del estrés pueden ayudar a bajar la presión arterial.

Medicamentos: Para tratar la hipertensión, una variedad de medicamentos están disponibles, incluyendo diuréticos, inhibidores de ACE, bloqueadores de receptores de angiotensina II, bloqueantes de canales de calcio y beta-bloqueadores. El medicamento elegido será determinado por la salud general del paciente y la gravedad de la hipertensión.

Terapia combinada: Los médicos pueden prescribir una combinación de medicamentos para bajar la presión arterial en algunos casos.

Cirugía: En casos graves de hipertensión, como aquellos asociados con enfermedad renal, la cirugía puede ser una opción.

Complicaciones: La hipertensión no tratada o inadecuadamente controlada puede resultar en una serie de complicaciones, incluyendo:

Infarto y ataque cardíaco

Insuficiencia renal y daños

Pérdida de visión y daños oculares

Enfermedades de las arterias periféricas

aneurismas

Deterioro cognitivo

Objetivos según las directrices:

Para la mayoría de las personas con hipertensión, la American Heart Association recomienda que la presión arterial se mantenga en o por debajo de 130/80 mm Hg. Algunos pacientes con condiciones comorbidas pueden tener objetivos diferentes. La presión arterial debe ser controlada regularmente y el tratamiento debe adaptarse a las necesidades individuales del paciente. El tratamiento también debe centrarse en reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al abordar otros factores de riesgo, como la presión arterial alta.


La dieta puede desempeñar un papel importante en el manejo de la hipertensión, y hacer cambios en la dieta a menudo es uno de los primeros pasos que los médicos recomiendan. Una dieta baja en sodio, alta en potasio, rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables se recomienda para las personas con hipertensión. Aquí hay algunas recomendaciones dietéticas específicas para el manejo de la hipertensión:


El sodio es un mineral que puede elevar la presión arterial y se encuentra en muchos alimentos, especialmente en los alimentos procesados y envasados. Para reducir la ingesta de sodio, evite añadir sal a los alimentos, limite los alimentos ricos en sodio como las carnes procesadas, las sopas en conservas y los aperitivos salados, y elija las frutas y verduras frescas o congeladas sobre las versiones en envases.


Alimentos ricos en potasio:

El potasio es un mineral que, al contrarrestar los efectos del sodio, puede ayudar a bajar la presión arterial. Bananas, naranjas, verduras de hoja, patatas dulces y tomates son ricos en potasio.


Elija granos enteros: Los granos integrales ricos en fibra pueden ayudar a bajar la presión arterial y mejorar la salud general del corazón. El arroz marrón, el pan de trigo entero y la quinoa son ejemplos de granos enteros.


Aumenta tu consumo de frutas y verduras: Las frutas, verduras y hortalizas son ricas en nutrientes que pueden ayudar a bajar la presión arterial y reducir tu riesgo de enfermedad cardíaca. Consuma una variedad de frutas y verduras coloridas a diario, como las bayas, los cítricos, las verduras de hoja, las zanahorias y la pimienta del campanario.


La proteína es una importación


Referencias


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